Románico rural (I): Santa María de Doroña en Vilarmaior (A Coruña)

Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga

Aunque ya conocía algunos templos análogos en la comarca del Eume y de Betanzos, he de reconocer que caí en la iglesia de Santa María de Doroña por casualidad, navegando por Internet una mañana de domingo.

Este templo, situado en el municipio coruñés de Vilarmaior, responde al prototipo de iglesia románica rural, hecho que condiciona indudablemente su factura constructiva y su fisonomía. No por ello dejan de tener valor histórico y artístico este tipo de monumentos, pues lejos de considerarlos edificios menores, debemos verlos como un reflejo de la vida en Galicia durante los siglos centrales del medievo. Si una gran catedral nos traslada a la bulliciosa vida de las ciudades, hogar de comerciantes y sede real, las sencillas iglesias rurales evocan la vida de campesinos, señores y clérigos en pequeños núcleos de población. Es por ello que lejos de escoger y establecer una jerarquía entre ambos extremos, debemos entender cada uno como piezas de un puzzle que nos permite comprender la realidad histórica de forma completa y significativa.

Vista general de la iglesia de Santa María de Doroña

Nada más llegar, una gran explanada invita a dejar el coche y asomarse a las barandillas para disfrutar de unas estupendas vistas de la naturaleza que rodea al enclave. Quizá sea éste un buen momento para leer un poco sobre la historia del templo, antes de acercarse a él y analizarlo.

Paisaje desde el mirador junto al aparcamiento

Breve síntesis histórica

La primera mención que nos remonta al origen de la iglesia de Doroña la encontramos en un documento del siglo X, en concreto una donación en favor del obispo San Rosendo y del monasterio de San Salvador de Celanova, si bien según los académicos ningún elemento del templo actual corresponde a esta época (aunque un panel informativo junto al aparcamiento indica lo contrario).

Después de un largo período de silencio en cuanto a fuentes, volvemos a tener noticias de la iglesia de Santa María de Doroña y sus terrenos, ahora vinculados al monasterio de Caaveiro, en razón de diferentes donaciones que atestiguan fuentes documentales del siglo XII. También se puede constatar que los monasterios cistercienses de Monfero y Sobrado tuvieron posesiones en Doroña durante el siglo XIII, pues de ello también dan fe otros documentos. Según diversas fuentes, en los siglos posteriores, Doroña seguirá vinculada al monasterio de Monfero, si bien en el siglo XIV forma parte de la Casa de los Andrade, en tiempos del conocido noble Fernán Pérez de Andrade.

Panel explicativo

Descripción del templo

Coinciden todos los autores en que la iglesia que podemos ver en la actualidad fue construida en la segunda mitad del siglo XII. No es fácil, sin embargo, datar el templo, puesto que, al contrario de lo que suele suceder en la mayoría de iglesias medievales, no existen una epigrafía clara en sus muros. Bajo el tímpano de la fachada principal, se puede observar la inscripción “ERA MILES”, interpretado por los académicos como el año 962 o quizá el 1151 (año 1113 de nuestra era), aunque es bastante posible que esa pieza se hubiese reutilizado de una construcción anterior, práctica bastante frecuente.

Inscripción bajo el tímpano, reza «ERA MILES»

Santa María de Doroña, construida en sillería granítica, presenta una sola nave rectangular y ábside semicircular, formando un conjunto de marcada horizontalidad, puesto que sólo rompe esta fisonomía una espadaña de construcción muy posterior, cobijo de las campanas.

Sillería de granito
Dibujo de planta en el panel informativo, señalando las partes románicas

Dos elementos, además de la espadaña, han modificado el aspecto de la iglesia románica de Doroña. Uno es la sacristía, cuya construcción afectó al ábside, cegando una de sus ventanas; y otro es el pórtico adosado a la fachada. Por no ser estos elementos importantes, me centraré en la parte románica.

Espadaña de construcción moderna
Pórtico de acceso

En la fachada principal, debemos detenernos en la particular decoración de la arquivolta que corona la puerta de acceso al templo, así como en el cordero, Agnus Dei, del tímpano, y los capiteles, diferentes entre sí. Mientras en el derecho podemos observar una decoración a base de hojas y bolas, en el izquierdo llama la atención una figura humana, de cabeza desproporcionada y poco elaborada. Por encima de este pórtico, encontramos una ventana en el segundo nivel, pero todo parece apuntar a que se trata de una modificación que hizo desaparecer la primitiva saetera románica, según los estudios de Ángel del Castillo.

Arquivolta decorada
Capiteles de la portada principal
Cordero, Agnus Dei, en el tímpano
En el segundo nivel, ventana donde se situaba la saetera románica

En los dos muros laterales, se pueden observar tres contrafuertes, dividiendo la nave en tramos, así como pequeñas saeteras, fundamentales para la iluminación del templo. En el centro de ambos lados encontramos puertas, si bien una de ellas está cegada y la otra, claramente modificada a tenor del dintel horizontal sobre el que descansa un tímpano muy mutilado. Rematan los muros laterales diversos canecillos, aunque no se conservan todos los primitivos, a causa, por ejemplo, de la mencionada espadaña que se construyó a posteriori.

Contrafuertes en los muros laterales
Puerta claramente modificada
Saeteras

El ábside es otro de los elementos más interesantes del templo. Lo precede un tramo recto, y es de inferior altura que el resto de la iglesia. Desde fuera pueden observarse fácilmente los efectos de la construcción de la sacristía y la modificación de la ventana central, puesto que sólo la del lado meridional es románica. Bien conservados se encuentran los canecillos del ábside, decorados de forma muy diversa, y en el espacio comprendido entre sus modillones, podemos ver unas rosetas en altorrelieve.

Ábside románico
Canecillos y altorrelieves entre modillones
Ventana románica en el ábside

Por desgracia, la iglesia de Santa María de Doroña no cuenta con un horario de visitas. No pudimos visitar su interior, que según lo que he leído en las fuentes bibliográficas que referencio al final de la entrada, parece ser muy interesante. Queda pendiente, por tanto, completar la visita con un acceso al interior del templo, para conocer en profundidad este buen ejemplo del románico rural gallego.

Exterior de la iglesia

Los autores encuentran muchas similitudes entre la iglesia de Santa María de Doroña y otros edificios románicos rurales. Igualmente aprecian semejanzas con templos próximos como San Miguel de Breamo, en la vecina villa de Pontedeume (de la que hablé en otra entrada del blog que puedes visitar haciendo click aquí).

Campanas de la iglesia

A pesar de estar hablando de un templo de carácter rural, existe numerosa bibliografía para ahondar en su estudio, tanto en papel como online. Incluyo en esta entrada dos opciones para acceder en línea:

  • FUNDACIÓN SANTA MARÍA LA REAL. Enciclopedia del románico versión digital. Búsqueda: Doroña [click]
  • TOBÍO CENDÓN, RAFAEL. La iglesia románica de Santa María de Doroña. Su iconografía medieval. Cátedra: revista eumesa de estudios [click]

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