Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga
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«—Santiago está muy visto.»
Qué frecuente es escuchar esta frase en boca de cualquier gallego, porque es cierto, sí, que Compostela es un destino recurrente, lo fácil si hablamos de hacer una excursión en nuestra tierra. ¿Quién no ha paseado por el casco histórica de la capital gallego decenas de veces? Pero lo que no es tan frecuente es que el visitante pise sus calles apreciando de verdad lo que está viendo, conociendo sus entresijos históricos, su valor artístico; que conjugue lo estudiado previamente con lo percibido in situ. Eso es, en mi opinión, conocer bien un lugar.
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Catedral y alrededores vistos desde el parque de la Alameda
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Volviendo al tema, más allá de que la plaza del Obradoiro y sus alrededores, con todas las joyas que trazan su perímetro, acongojen por su belleza, ¿por qué son tan valiosos?
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Variedad de estilos en la Plaza del Obradoiro. Creación propia a partir de fotografía de Google
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Palacio de Gelmírez: joya del románico civil
Situados en la plaza del Obradoiro y dirigiendo nuestra mirada a la impresionante fachada principal del templo, una joya del románico civil pasa totalmente desapercibida para el gran público. Se trata del Palacio de Gélmirez, adosado al templo en su lado izquierdo desde nuestra posición. Construido en el siglo XII y XIII, en él destaca por encima del resto de elementos y estancias el Salón de Fiestas y Comidas, con una preciosa decoración escultórica, por ejemplo, en sus capiteles, haciendo alusión al uso que se le pretendía dar a la estancia. En ocasiones alberga exposiciones temporales, como la dedicada al Maestro Mateo, todo un lujo de muestra, repartida también en el Museo de la Catedral.
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Colegio de San Jerónimo: románico-gótico en una construcción posterior
Mirando a la fachada de la Catedral, a nuestra derecha nos encontramos el Colegio de San Jerónimo. En sus orígenes durante la Edad Media se trataba de un edificio románico de transición a gótico. Posteriormente, en el siglo XVII, se reconstruyó, conservándose la fachada primitiva que hoy vemos, con las arquivoltas, columnas y decoración en el tímpano tan propias de estos estilos artísticos medievales. Hoy en día es sede del rectorado de la USC (Universidade de Santiago de Compostela).
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Hostal de los Reyes Católicos: obra maestra del plateresco (renacimiento) en Galicia
Manteniendo nuestra posición de cara a la catedral, a mano izquierda encontraremos el Hostal de los Reyes Católicos. Escasos edificios platerescos podemos ver en Galicia (puerta de Carlos V en Viveiro, Basílica de Santa María en Pontevedra). De entre todos ellos uno destaca por encima de los demás: el Hostal de los Reyes Católicos. Recibe el nombre de sus promotores, sus católicas majestades Isabel y Fernando, que mandaron construir un hospital para los maltrechos peregrinos que recorrían el camino a Compostela, a comienzos del siglo XVI. Bellísima decoración en la fachada, tan propia de este estilo que nos recuerda el trabajo de los orfebres, a través de escudos e imágenes de santos, entre otras.
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Palacio de Raxoi: el remate neoclásico
Desde esta posición hemos dejado a nuestra espalda el impresionante palacio neoclásico conocido como Pazo de Raxoi (siglo XVIII). Sede en la actualidad del ayuntamiento compostelano, en sus orígenes fue residencia para jóvenes seminaristas y coristas. Fiel a su estilo constructivo, al rescate de fórmulas clásicas, grandes columnas y ventanales acompañan un grandioso frontón triangular en un conjunto donde reina la horizontalidad.
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Pazo de Raxoi
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Hecho este repaso sólo queda ahondar ahora en la riqueza y la variedad de estilos que nos ofrece la Catedral de Santiago de Compostela.
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Vista aérea de Compostela. En rojo, la Catedral
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De factura románica, en su interior sobresale por la altitud y el tamaño de sus naves. Es difícil de apreciar este valor cuando la fachada barroca nos ha dejado impresionados previamente. Por eso, la mejor opción desde mi punto de vista, si lo que queremos es apreciar la construcción medieval, es realizar la visita a las tribunas. Después de muchos años visitando Compostela, una vez hecho este recorrido de pago me di cuenta que no la conocía de verdad. ¡Imprescindible! El paseo por la galería superior no deja indiferente a nadie. Imaginad que lo más frecuente es que en cualquier punto del norte de España podamos conocer pequeñas ermitas o iglesias románicas, pero una construcción de este calibre es un lujo exclusivo en todo el mundo. Por no hablar del Pórtico de la Gloria, el conjunto escultórico más importante del mundo si hablamos de arte románico. Finalmente, el baldaquino del Apóstol, el claustro, la biblioteca y el resto de capillas nos ofrecen un recorrido por todos los estilos artísticos que podamos imaginar, desde el románico hasta otros muchos como el renacentista.
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Pero personalmente la variedad estilística que más me impresiona del templo compostelano la encontramos en el exterior. Cuatro fachadas, cuatro estilos. ¡Algo único!
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Estilos artísticos en las fachadas de la Catedral
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– La fachada de Platerías, románica, único resquicio del templo medieval que se conserva en su exterior. Bella y rica decoración en el rincón con más encanto del templo compostelano.
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– La fachada del Obradoiro, con todo su esplendor barroco, fue diseñada por el arquitecto gallego Fernando de Casas y Novoa (siglos XVII y XVIII). Sus esbeltas torres, de más de 70 metros de altura, son seña de identidad no sólo de Compostela, sino de toda Galicia.
– A la plaza de la Quintana asoma la Catedral sus ábsides, ocultos después de las múltiples reformas barrocas que unificaron el conjunto y añadieron otros accesos al templo, como la Puerta Santa, todo ello bajo directrices barrocas.
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– La fachada de la Azabachería completa esta circuito de estilos artísticos, construida en el siglo XVIII, en un estilo a caballo entre el barroco imperante y las nuevas modas clásicas, de ahí la presencia de columnas y frontones.
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Por último, en el exterior también es llamativa la convivencia de estilos en otros elementos:
– La famosa Torre del Reloj (siglo XVII) diseñada por el destacado arquitecto barroco Domingo de Andrade, se asienta sobre la antigua torre gótica de la Berenguela. De nuevo vemos la convivencia de estilos de la que presume la Catedral.
– El claustro renacentista se asoma al exterior en el llamado lienzo del claustro (siglo XVI), y, fiel a sus estilo, nos ofrece escudos y medallones.
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¿Conocías realmente bien esta zona de Compostela? Cuenta tu experiencia