Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga
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Primera entrada de una nueva colección con la que pretendo pasar poco a poco por todos aquellos lugares en los que, por diferentes motivos, se ha ido escribiendo la historia de nuestro país. Siempre digo lo mismo, pero visitar un lugar no sabe igual cuando eres consciente de lo que allí ocurrió. Visita doblemente significativa cuando evocas in situ episodios tan importantes, hechos fundamentales para entender lo que hoy somos. He aquí un primer listado.
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Carlos III retratado por Goya, Museo del Prado
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¿La primera “España”?: la monarquía asturiana y la reconquista
Asturias: Cangas de Onís, Covadonga y Oviedo
A comienzos del siglo VIII, en plena Edad Media, los musulmanes invaden la Península Ibérica, poniendo fin al reinado de los visigodos en nuestras tierras. Paralelamente, un foco de resistencia, sito en Asturias, da lugar al episodio que los historiadores denominan ‘La Reconquista’: la lucha cristiana frente a las tropas musulmanas con el fin de expandir la pequeña corona. ¿Por qué es tan importante este episodio? ¿Por qué entendemos que fue la primera piedra en la construcción de la España de hoy?
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Cangas de Onís, Asturias
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Sabemos que no fue hasta el siglo XVIII cuando podemos, si es que realmente se puede, hablar de una España parecida a lo que hoy entendemos como tal. Con los Decretos de Nueva Planta aprobados por Felipe V, el primer rey borbón, nace la configuración provincial y desaparece el entramado institucional de los antiguos reinos (Castilla, Aragón…), que desde los Reyes Católicos le habían dado una cierta unidad a España. Si Isabel y Fernando fueron los que, con su política de expansión y unificación, construyeron un primer estado moderno, una primera España, la semilla se podría decir que fue la reconquista asturiana del siglo VIII.
La Batalla de Covadonga (722), liderada por el famoso don Pelayo, en el municipio asturiano de Cangas de Onís, se considera la primera gran victoria sobre los musulmanes, y, a partir de ese momento, la Historia empieza a fijarse en la expansión de este pequeño foco cristiano. Desde los comienzos de la reconquista (siglo VIII) hasta la creación del estado moderno de los Reyes Católicos (siglo XV) transcurrieron más de 700 años, con todas sus vicisitudes. Del pequeño reino asturiano a la potente monarquía leonesa; del primitivo reino de Nájera-Pamplona al esplendoroso reino navarro; etc. Y, finalmente, sus católicas majestades unificando con su matrimonio el fruto de siete siglos de reconquista. Aunque de España como tal, como ya señalaba antes, no podamos hablar hasta la llegada de los borbones y sus decretos.
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Covadonga, Asturias
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Maravilloso evocar este hecho tan significativo en nuestra Historia desde el santuario de Covadonga, desde el puente de Cangas de Onís y, por qué no, desde el Monte Naranco, recreo palatino en los siglos posteriores a la batalla.
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Prerrománico en Oviedo, Asturias
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La conquista de América y los derechos de los indios: el esplendor intelectual de la Escuela de Salamanca
Salamanca: casco histórico y universidad
Podemos valorar la ciudad de Salamanca, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988, desde muchos puntos de vista. Uno de ellos destaca, en mi opinión, por encima de los demás. Dejando a un lado el incalculable valor histórico-artístico de sus edificios religiosos y civiles, Salamanca es una ciudad intelectual, de esplendor renacentista.
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Plaza Mayor de Salamanca
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Su centro de estudios recibe el título de universidad en el siglo XIII, lo que la convierte en la más antigua de España. Pero su etapa de mayor gloria la vive, como ya señalaba antes, en el Renacimiento (siglo XVI en España), de la mano de grandes intelectuales como Francisco de Vitoria o Fray Luis de León, y con alumnos en el futuro ilustres como Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática castellana.
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Edificio histórico de la Universidad de Salamanca
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Pero me gusta poner el acento en otro aspecto. Salamanca es una ciudad estrechamente vinculada a la conquista de América, y no sólo por los proyectos y viajes de Cristóbal Colón en los que Salamanca siempre está presente de algún modo. La ciudad castellana fue protagonista en un hecho del que ningún país conquistador a lo largo de la Historia puede presumir, como sí puede hacerlo España: sus intelectuales tuvieron que estudiar, reflexionar y discutir sobre la legitimidad de la conquista y los derechos de los territorios conquistados. ¡Algo inaudito en ese momento!
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El despotismo ilustrado de Carlos III: Madrid y sus reformas
Madrid: estatua ecuestre en puerta del Sol, Puerta de Alcalá, Fuentes de Cibeles y Neptuno.
Sabemos que la corriente cultural e intelectual conocida como la Ilustración fue el germen teórico del futuro liberalismo político, movimiento que en última instancia pretendía acabar con el orden político, social y económico del Antiguo Régimen (monarquía absoluta, sociedad estamental y feudalismo). Algunos monarcas absolutistas, como Carlos III de España (siglo XVIII), ejecutaron reformas destinadas a mejorar la vida de sus ciudadanos, pero manteniendo en todo momento el Antiguo Régimen, paradoja que dio lugar a lo que los historiadores llaman despotismo ilustrado.
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Puerta de Alcalá en Madrid
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Madrid es el mejor ejemplo de este programa de reformas, por lo que el monarca borbón es conocido como ‘El alcalde de Madrid’. No sólo mejoró lo que hoy llamaríamos servicios públicos básicos (sanidad, limpieza, etc.) sino que fue el promotor de un gran entramado de nuevas y modernas avenidas, de un primer gran proyecto de ensanche. En este época se construyeron la Puerta de Alcalá y las Fuentes de Neptuno y Cibeles, entre otros monumentos neoclásicos. En la Puerta del Sol, considerada el kilómetro cero de la capital madrileña, podemos ver hoy una gran estatua ecuestre en honor a este monarca ‘ilustrado’.
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Puerta del Sol, Madrid
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Las guerras carlistas: Navarra, bastión del movimiento
Estella: corte real, museo del Carlismo y Montejurra
Cara le costó a España la sucesión de Fernando VII. Muchos no reconocían a su principal heredera, la futura reina Isabel II, en favor del hermano del monarca, Carlos María Isidro. Nace así un conflicto que tiñó de sangre muchas zonas de España. Pero el trasfondo de este aparente conflicto de tipo sucesorio era otro bien distinto, paralelo al de otros países de la Europa de su tiempo: la reacción de los sectores más conservadores frente a un liberalismo que va ganando terreno. En España, este movimiento reaccionario estuvo dirigido por los llamados carlistas, bajo el lema de ‘Dios, patria y Rey’, defensor de las tradiciones y el orden monárquico.
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La ciudad de Estella, Navarra
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No es casualidad que su principal bastión fuese Navarra, antaño un vetusto reino, un territorio que se beneficiaba de un sistema de fueros privilegiado. En la ciudad de Estella se estableció la corte, y allí encontramos hoy el Museo del Carlismo, al que le dediqué esta entrada (click). Igualmente, en el siglo XX, la tradicional subida al Montejurra, en cuyos pies se levantó Estella, rendía homenaje a los requetés fallecidos en la Guerra Civil.
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Museo del Carlismo en Estella, Navarra
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