Cuadros de Sorolla que nos trasladan a lugares emblemáticos de España y donde encontrarlos (I)

Texto: María Berini Pita da Veiga

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Actualizo el blog después de un pequeño parón estos meses, en los que apenas dispuse de tiempo para escribir, o lo que es más importante, no pude tener relajada la cabeza para poder buscar ese algo diferente en lo relativo a los viajes, la Historia del Arte o su didáctica. Precisamente retomo esta última vertiente de mi blog, añadiendo una entrada dentro la etiqueta ‘didáctica’. Entrada que sigue el mismo esquema que otras referidas a estilos artísticos, edificios o episodios de la historia de España. Esta vez buscamos aquellas obras del genio valenciano Joaquín Sorolla que nos trasladan a lugares emblemáticos de nuestra geografía. Es tan amplio el repertorio que nos ofrece el pintor, que sin duda éste será tan sólo un primer listado, que ampliaré en el futuro con la continuación de esta entrada.

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Diversas vicisitudes a lo largo de su vida hicieron que Joaquín Sorolla recorriese nuestro país pincel en mano. En su vida destacan, sin duda, los viajes emprendidos a raíz de los encargos de Archel Milton Huntington, cabecilla de la Hispanic Society de Nueva York, los más fructíferos a la par que agotadores. Este ambicioso proyecto del norteamericano hizo que el pintor valenciano visitase innumerables rincones de España, tratando de reflejar en ellos toda su cultura, costumbres, tradiciones, etc. Murales de grandes dimensiones recogieron toda esta identidad, a los que se añadieron otras muchas obras a mayores. Es el caso del único Sorolla que se puede visitar en mi ciudad, A Coruña, la obra ‘El boyero castellano’ (1913), expuesto en el Museo de Bellas Artes.

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Sin embargo, como ya señalaba, no fue éste el único motivo que llevó a Sorolla a reflejar en sus lienzos imágenes de España, puesto que a lo largo de su vida pintó nuestros paisajes por otros motivos y circunstancias. Recojo en esta entrada mis favoritos, aquellos que retratan las villas y ciudades que más pasión despiertan en mí, las patrimoniales, históricas, románticas y acogedoras. Veamos algunos ejemplos.

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No podía empezar mi selección con otra ciudad que no fuese Ávila. La vieja ciudad de las murallas, mi gran pasión, retratada como nadie por el pintor valenciano. Magistral la selección de colores, que encaja a la perfección con ese aire místico, misterioso y romántico que desprende la ciudad castellana.

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Toledo, otra de mis ciudades de podio, situada sobre una peña junto al río Tajo, paisaje que nos ofrece unos preciosos colores, captados de manera brillante por Sorolla en estos cuadros. Mi rincón favorito es el puente de Alcántara, que nos conduce al otro margen del río, desde el que disfrutar de una maravillosa panorámica de la ciudad; aunque Toledo enamora desde cualquiera de sus 360 grados, como se puede observar en los cuadros del valenciano. 

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La catedral de Burgos es una joya dentro del patrimonio de nuestro país a la que muy pocos monumentos pueden hacerle un atisbo de sombra. Ciudad fría la castellana, donde eran habituales grandes nevadas, como la que captó Sorolla en estas obra, de nuevo con una gama de colores y una luz inigualable. El pintor valenciano plasmó también en una de sus obras las impresionantes joyas de la Cartuja de Miraflores (Burgos).

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Uno de los mejores castillos medievales que se puede ver en España se encuentra en Medina del Campo, provincia de Valladolid. Es el castillo de la Mota, escenario de importantes episodios de la historia de España. Utiliza en esta obra el pintor valenciano colores fuertes, bravos, para retratar la fortaleza. ¿Casualidad?

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Todavía tengo pendiente visitar Granada, pero no me cabe duda de que esta ciudad, tan llena de historia y de arte, pasará a formar parte de mi lista de favoritos. Para abrir boca, estas preciosas obras de Sorolla, imágenes vivas y más coloridas.

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Y hasta aquí una primera selección. Continuará…