Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga
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Cualquier gallego lo sabe. Álvaro Cunqueiro Mora (Mondoñedo, 22 de diciembre de 1911 — Vigo, 28 de febrero de 1981) es uno de los grandes escritores gallegos de la historia. Cultivó todos los géneros, incluido el periodístico, tanto en lengua castellana como gallega. «El pasajero en Galicia», editado por Tusquets, recopila sus artículos para el periódico El Faro de Vigo en la década de los 50. El resumen del libro es el siguiente:
Con este mismo título, escribió Alvaro Cunqueiro, a comienzos de los años cincuenta, una serie de artículos para El Faro de Vigo en los que, pueblo a pueblo, ciudad a ciudad, hacía la crónica turística y sentimental de su país natal. Aunque incompleto ―como tantos proyectos del autor― este libro, El pasajero en Galicia, tal como lo publicamos ahora, constituye aún hoy una inmejorable guía de las tierras gallegas realizada por el más sabio, erudito, ameno y cordial de los cicerones, quien, no conformándose con describir con vehemencia cuanto mira, enriquece la geografía de los lugares que visita con esa otra, mucho más insospechada e infinitamente más exótica, de las leyendas, tradiciones e historias que se remontan, en aquel finis terrae de remotos orígenes, a la noche de los tiempos. A esta recopilación de artículos se han añadido en esta edición, preparada por César Antonio Molina, dos extensas crónicas de viajes que realizó Cunqueiro por el camino de las peregrinaciones, así como varios artículos de diversa procedencia donde, de una manera u otra, él se recrea en su muy amada Galicia, y otros más destinados a integrar una serie ―también inconclusa― titulada Introducción a una historia de las tabernas gallegas.
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Cunqueiro sentado frente a la Catedral de Mondoñedo. Escultura homenaje en su localidad natal
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Ni que decir tiene que este libro presenta todos los ingredientes para que una amante de las excursiones por nuestra tierra, como soy yo, disfrute hasta límites insospechados. Reseñas artísticas, gastronómicas, sentimentales… en esta sensancional obra del mindoñense.
He aquí una selección de fragmentos de sus artículos, acompañados por fotografías que tomé yo misma durante mis excursiones. Y es que Cunqueiro y yo coincidimos en gustos viajeros. Pero él es un genio y yo, un aprendiz. ¡Menuda inspiración!
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San Domingos de Bonaval en Santiago de Compostela
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COMPOSTELA (II)
Faro de Vigo. 14 de febrero de 1951
Don Miguel de Unamuno acostumbraba a decir que la historia era la memoria de Dios en la tierra de los hombres. Compostela, pues, es la memoria de Dios cumpliéndose en la tierra de los gallegos. En la medida que trascendemos a la Grande y General Historia, Santiago es nuestra clave y nuestro espejo, y también nuestro torcedor […]. Músicas las oía a cada paso: mi Cantiga Nova la escribí al son de las músicas que oí en Compostela, músicas que duermen en las plazas y en las rúas desde los días de los enamorados trovadores… […].
En mis años de mocedad, en una tasca de la calle de la Raíña, con la taza del ribeiro en mano y el suave lector vivaz de otras en la mente, pensé más de una vez que podría escribir de Compostela y decir sus maravillas como nadie las había dicho. Probablemente ahora pague, con la endeblez de mis ideas y recuerdos, aquel pobre pecado de orgullo.
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Catedral de Santiago de Compostela. Praza das Praterías
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RIBADAVIA
Faro de Vigo. 2 de agosto de 1951
Sobre el río se empina, pavía y otoño como su nombre, Ribadavia dorada. […] Y oigo, como quien oye fuentes celestiales, caer el vino de la jarra a la taza, y veo en la espuma florecer las lises del Paraiso.
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Hojas de otoño en el casco histórico de Ribadavia y castillo
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CORUÑA (I) y (II)
Faro de Vigo. 10 de agosto 1951 y 25 de agosto de 1951
La tierra romántica es, sin duda, el jardín de San Carlos. […] Y aún le queda a La Coruña la piedra románica y la galleguidad y hermosura de la ciudad vieja.
La piedra románica es Santa María del Campo. […] por la calle de Herrerías […] o por la deliciosa plazauela de Santa Bárbara.
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Jardín de San Carlos en A Coruña
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MONFORTE DE LEMOS
Faro de Vigo. 17 de noviembre de 1951
También yo, por fidelidades gongorinas, tengo mi soneto a Monforte; […] Para mí Monforte es la torre, la puente y el río. […] El silencio enorme, casi táctil, de la anochecida se hace más patente cuando lo quiebra el agudo silbido de las máquinas del tren.
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Colegio Nuestra Señora de la Antigua en Monforte de Lemos
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MONFERO
Faro de Vigo. 6 de abril de 1952
Lloviznaba; caía lentamente esa menuda y tibia lluvia de los primeros días otoñales. […] Llovía en Monfero porque, según nos dijo un labriego, soplaba viento de Villalba.
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Monasterio de Monfero
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MEIRA
Faro de Vigo. 30 de mayo de 1952.
Santa María de Meira: más de media villa se construyó con las piedras del monasterio cisterciense […]. Meira fue siempre uno de los lugares predilectos de mi fantasía […]. Ir a ver nacer el Miño para alegrar el corazón. Ir a verle comenzar su peregrinación entre alisos y abedules, al pie de prados cuyos nombres valen un verso […]. Se oyen desde aquí las campanas de Meira […] El Miño parte para siempre.
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Cigüeña sobre la iglesia del antiguo monasterio de Meira
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LUGO EN EL RECUERDO
Faro de Vigo. 31 de mayo de 1952
Tan profundamente sentida, Lugo. […] Como todo lo que entrañablemente se ama, Lugo a la vez próxima y lejana, colina, soledad, tiempo y plaza, con un gran muro para que la hiedra florezca, diez arcos de puerta asomando su cintura… […]. Desde la muralla, por la puerta de San Pedro, mi pasaje preferido, al sol de mayo y junio, eran los Ancares cubiertos de nieve […] lo que para Goethe los Alpes, para mí los Ancares […]. Otro de mis paseos lucenses favoritos […] era recorrer de cabo a rabo la Rúa Nueva […]. Tan profundamente sentida y añorada, Lugo de mi adolescencia. […] Hoy yo iba a escribir un artículo sobre Lugo, pero —ya otras veces me tiene ocurrido— me toma la nostalgia, y sólo se me ocurre esta confusa página de autobiografía.
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Paseo por la muralla romana de Lugo
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LOS RÍOS: EL MIÑO (I)
Faro de Vigo. 20 de diciembre de 1952.
Voy a seguir, Miño, tu camino. Iré viendo cómo bebes las claras aguas lentas de la Terrachá […].
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Nacimiento del Miño en o Pedregal de Irimia
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VIVERO
Faro de Vigo. 30 de diciembre de 1950.
Me volví del puente a la villa e hice acto de sumisión pasando bajo el arco de piedra que cabe al puente se yergue, frente almenada de Vivero, con las armas de Carlos, César Emperador. […] Hay en Vivero algo que pertenece a la poesía: el eco de una lira perdida en el arenal y que una caracola marina por siglos conservará, o una brisa fugitiva y nostálgica, corriendo, como el Landro, al mar.
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Puerta de Carlos V en Viveiro
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ORENSE
Faro de Vigo. 17 de diciembre de 1950.
Amanecía en Orense: había ido posándose sobre la ciudad, al ponerse la luna, una niebla fría y rojiza.
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Alrededores de la catedral de Ourense
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NOYA DE LOS VELEROS
Faro de Vigo. 3 de noviembre de 1950
Eso es: Noya, una Pisa atlántica, blanca, rosa, oro… […]. O quizás toda Noya es esa flor, prendida en la cintura del Barbanza.
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Iglesia de San Martiño en Noia
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Nota: los topónimos son los utilizados por Cunqueiro en sus artículos de los años 50, pues los he recogido literalmente. Hoy en día los oficiales están en lengua gallega.
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