Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga
Fotografía coche de juguete: Óscar V.
–
–
A pesar de que cualquier recuerdo de la infancia es una reconstrucción a posteriori enormemente sesgada, en ocasiones podemos remontarnos a aquella lejana etapa de nuestras vidas para comprender mucho de lo que nos define ahora como adultos.
Pocas veces las casualidades juegan un papel determinante en la formación de nuestra identidad personal. Somos lo que somos principalmente por nuestras familias y por nuestras vivencias a lo largo de los años. Por eso siempre digo que la influencia de mis padres y lo vivido durante mi niñez explican la pasión que hoy en día tengo por las excursiones y viajes donde el patrimonio histórico y artístico es el elemento principal. Decenas de pequeñas aventuras por Galicia allá por los años 90 fueron la semilla que pasados los años dio los frutos que se pueden ver en este blog.
–
–
Pero, ¿y qué tiene que ver todo eso con Tintín? Los niños fantasean con todo tipo de profesiones cuando piensan a qué se dedicarán cuando sean mayores. Profesiones variopintas, muchas de ellas inviables, como la profesión ideal con la que yo soñaba: la arqueología. ¡Pobrecita! La cuestión es que sí, yo le contaba a todo el mundo que quería ser arqueóloga. Me apasionaba, sobre todo, la Edad Antigua y, en concreto, el antiguo Egipto. Durante muchos años me regalaron libros enciclopédicos, con sus fotografías, sus dibujos explicativos, sus líneas del tiempo… ¡Los manoseaba una y otra vez! Por esa razón, “Los cigarros del faraón” ha sido siempre mi favorito de entre todos los volúmenes de la colección conocida como “Las aventuras de Tintín”. Tintín, joven periodista que viaja por el mundo. El profesor Filemón Ciclón, peculiar arqueólogo que investiga tumbas de faraones. El escenario, lugares exóticos acompañados de un punto histórico, como un desierto en que se esconden tumbas. En definitiva, el mundo de Tintín encajaba a la perfección con aquella inquietud.
–
–
Tintín es joven, aventurero, y, sobre todo, independiente. Siendo así, ¡cómo no me iba a encantar ese personaje! Él no necesitaba nada más que a su perro Milú para recorrer el mundo: Oriente Medio, Sudamérica, el África negra… Exóticos destinos dibujados con sensacional tino por su autor, Hergé. Cualquier tebeo de Tintín está repleto de geniales viñetas recreando diferentes rincones del planeta. Sólo un genio puede hacer de un dibujo tan sencillo una viñeta con tantísima información. En “Los cigarros del faraón” el lector acompaña al reportero a bordo de un trasatlántico dirección Singapur; un viaje que se verá interrumpido por diversos acontecimientos en torno al descubrimiento de la tumba de un antiguo faraón. La acción transcurre entre Egipto y Oriente Medio, pero la trama no terminará hasta el siguiente volumen, “El loto azul”, cuyo escenario es ya Extremo Oriente y la temática, el contrabando de opio. La temática histórico-arqueológica se repite también en «La oreja rota» y en «El templo del sol». Qué fascinantes le resultaban aquellas aventuras de Tintín a la niña que soñaba con ser arqueóloga…
–
–
No puedo terminar la entrada sin referirme a todas esas voces críticas en torno a la figura de Tintín. No estoy en absoluto de acuerdo con aquellos que consideran que la colección es antipedagógica, racista y demás. Y lo digo habiendo sido y siendo tremendamente crítica con la literatura infantil; lucho constantemente contra todas aquellas obras que envían a los niños mensajes nocivos, como la superficialidad de las sagas adolescentes estilo “chick lit”. Sin embargo, creo que exagera quien entiende que “Las aventuras de Tintín” es una colección machista porque apenas aparecen personajes femeninos en sus tebeos. Siempre digo lo mismo: no podemos mirar otras épocas con ojos de hoy en día. Milicianos, contrabandistas, exploradores, marinos mercantes, … ¿eran hace 75 años profesiones ocupadas por mujeres? Creo que las aventuras de Tintín, por su argumento y sus tramas, no se prestan demasiado a que las mujeres sean personajes principales, aunque creo que el autor sí podría haber incluido alguna más como personajes secundarios. De todas maneras, considero que la presencia de la mujer es un tema importantísimo en cualquier caso, pero más o menos relevante según la cuestión; y dudo que lo sea en una colección de tebeos como Tintín. Desconozco si Hergé realmente quería enviar mensajes nocivos a sus lectores; no podemos preguntarle porque ya ha fallecido, pero creo firmemente que en 99 de cada 100 casos, los niños, con un tebeo de Tintín en las manos, lo único que hacen es disfrutar. Dejemos que lo sigan haciendo.
–
–
Buen artículo sobre la saga Tintín es el que escribió mi amigo Javi para la revista Artesycosas en diciembre de 2014. Se puede leer siguiendo este enlace (click).
–
–