Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga
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15 días
Más de 3000 kilómetros
6 Comunidades Autónomas
25 visitas
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Estatua del Cid Campeador en la ciudad de Burgos
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La primera etapa de la Ruta Norte comienza en Castilla y León, en concreto en Burgos capital, conocida principalmente por su catedral gótica, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, Burgos ofrece al visitante más patrimonio: el arco de Santa María, el castillo, las murallas y una buena serie de iglesias y palacios. Además, la ciudad es sede del Museo de la evolución Humana (MEH), un interesantísimo centro nacido de la importancia de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Estos últimos, situados a escasos kilómetros de la capital, se pueden conocer mediante visitas guiadas. Para el que no lo sepa, los yacimientos de la Sierra de Atapuerca se sitúan entre los más importantes del mundo, gracias fundamentalmente al hallazgo de un homínido (el homo antecessor) único en todo el planeta y gracias también a los abundantes restos hallados en la Sima de los Huesos (entre ellos, el cráneo del homo heidelbergensis conocido como Miguelón).
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Cimborrio de la Catedral de Burgos
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Museo de la evolución humana y cráneo de ‘Miguelón’
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Yacimientos de la Sierra de Atapuerca
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Desde Burgos, tomando la N-120, comienza una segunda etapa en La Rioja. La primera parada es Santo Domingo de la calzada, una villa estrechamente vinculada al Camino de Santiago, con un interesante casco histórico en el que destaca la Catedral, entre otros monumentos. A pocos kilómetros se encuentra San Millán de la Cogolla; en él, dos monasterios Patrimonio de la Humanidad, Yuso y Suso, considerados la cuna del castellano gracias a las glosas emilianenses, primeras palabras escritas en castellano en los márgenes de un códice en latín. Volviendo a la N-120, camino de Logroño se encuentra Nájera, una localidad importante durante la Edad Media, en tiempos del primitivo reino de Nájera-Pamplona. Destaca en ella el monasterio de Santa María la Real, donde se encuentra el mayor panteón real de España tras san Lorenzo del Escorial. Esta etapa termina en Logroño, ciudad a orillas del Ebro, donde se puede disfrutar de un paseo alrededor de la concatedral barroca de Santa María la redonda y terminar la jornada con un buen vino en la animada calle Laurel.
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Monumento al peregrino y Catedral en Santo Domingo de la Calzada
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Monasterios de Yuso y Suso en San Millán de la Cogolla
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Fachada y panteón real de Santa María la Real de Nájera
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Concatedral de Santa María la Redonda y puente sobre río Ebro en Logroño
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La siguiente etapa se desarrolla en Navarra. La primera parada es la ciudad de Estella, conocida como «la Toledo del Norte». Su casco histórico ofrece joyas de la arquitectura románica, como el palacio de los reyes de Navarra (de los pocos edificios civiles de este estilo que podemos ver en España) o el claustro de San Pedro de la Rúa (impresionantes sus capiteles), entre otros. Estableciendo en Estella el «campamento base» se pueden llevar a cabo, en diferentes días, dos buenos itinerarios. El primero de ellos comienza en Artajona y su impresionante cerco medieval, continúa en Olite con el famoso castillo-palacio (de auténtico cuento) y termina en Ujué, villa a más de 800 metros de altura configurada alrededor de una iglesia-fortaleza. El segundo itinerario discurre por Puente la Reina (y su valioso puente románico de 110 metros de largo), la iglesia de Eunate (curiosa por su planta octogonal, al igual que el pórtico que la rodea), finalizando en la capital, Pamplona (famosa por las fiestas de San Fermín, ofrece monumentos interesantes como la Catedral y la Ciudadela). Muy próximos a Estella, los monasterios de Irache e Iranzu son dos visitas complementarias muy recomendables.
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Escalinata de San Pedro de la Rúa, puente picudo y palacio de los Reyes de Navarra en Estella
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El cerco de Artajona
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Castillo de Olite
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Vistas a los Pirineos e iglesia-fortaleza de Ujué
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Ayuntamiento de Pamplona y sepulcro de Carlos III ‘el Noble’ en la Catedral
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Iglesia de Santa María de Eunate
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Puente de Puente la Reina
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Monasterio de Irache
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La cuarta etapa nos lleva hasta Cantabria. Después del trasiego de visitas de los últimos días, toca descansar en Santander, una ciudad elegante que, a falta de patrimonio destacado, invita a dar paseos: por Pereda, por el paseo Marítimo, por el parque de la Magdalena… La bahía de Santander, con las montañas de fondo, es una de las más bonitas de España. Una vez cargadas las pilas, es momento de acercarse a Altamira (ayuntamiento de Santillana del mar), famosa por sus cuevas con pinturas rupestres de 15000 años de antigüedad. A pesar de que no es posible visitar la auténtica, sí se puede disfrutar del Museo explicativo y de la Neocueva, una minuciosa reproducción de la original. Imprescindible es también dedicar unas horas al casco histórico de Santillana del mar, especialmente a la Colegiata de Santa Juliana y a su claustro románico. La última parada de esta etapa es Comillas, villa que ofrece un itinerario modernista de primera categoría, encabezado por el famoso Capricho de Gaudí.
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Paseo marítimo de Santander e isla de Mouro desde el parque de la Magdalena
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Museo de Altamira en Santillana del Mar
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Fachada y claustro de la colegiata de Santa Juliana en Santillana del mar
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El Capricho de Gaudí en Comillas
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Quinta y penúltima etapa de la ruta es el Principado de Asturias. Comienza en el Real Sitio de Covadonga (ayuntamiento de Cangas de Onís) con la basílica y la santa cueva rodeadas de un impresionante paisaje, el de los picos de Europa. En el centro del municipio llama la atención el Puente Romano con la Cruz de la Victoria colgando, así como la Ermita de la Santa Cruz, construida según la tradición para guardar el símbolo de la reconquista. En Oviedo, segunda parada, son visita obligada los monumentos prerrománicos Patrimonio de la Humanidad: Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo y San Julián de los Prados. Los dos primeros, situados en el monte Naranco sobre Oviedo, no dejan indiferente a nadie. En el centro de la ciudad, los amantes de La Regenta disfrutarán especialmente de la Catedral y aledaños recordando la genial novela de Clarín. Oviedo ofrece también interesantes museos y una calle, el Boulevard de la sidra, donde pasar un buen rato en sus decenas de bares.
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Basílica y Santuario en Convadonga
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Puente romano en Cangas de Onís
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Santa María del Naranco
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Monumento a la Regenta junto a la Catedral de Oviedo
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La última parada nos lleva a la Galicia septentrional. Comienza en San Martiño de Mondoñedo (concello de Foz), considerada la primera catedral de España. Le acompañan Viveiro, con su puerta renacentista dedicada a Carlos V, para terminar, finalmente, en la Serra de Capelada, donde disfrutar de las vistas que ofrecen los acantilados más altos de Europa.
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Basílica de San Martiño de Mondoñedo, en Foz
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Puerta de Carlos V, en Viveiro
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Acantilados en la Serra da Capelada
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¡Casi nada…!
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