Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga
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Si ya en otras ocasiones resultó francamente difícil justificar mi interés por Zamora o Palencia, ¡imaginaos lo que es decir que sueñas con viajar a Teruel! Pero mi explicación empieza ya con un argumento muy contundente: el arte mudéjar aragonés es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, una consideración que, como ya he explicado más veces, no es moco de pavo y nos revela el altísimo valor que tiene el elemento en cuestión. El reconocimiento internacional comenzó en el año 1986 para el conjunto de Teruel, extendiéndose a comienzos del presente siglo a otros monumentos de la comunidad aragonesa.
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Torre de San Martín en Teruel
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Como decía, desde hace bastantes años uno de mis sueños viajeros era conocer Teruel y el motivo no era otro que el arte mudéjar. Este mes, gracias a la increíble hospitalidad de mis tíos, he podido acercarme a la capital turolense para conocer los principales monumentos vinculados a este estilo artístico, genuino y exclusivo de España, único en el mundo como el lector irá descubriendo a lo largo de la entrada.
A pesar de que es evidente el espíritu romántico que habita en mí, cierto es también que mi manera de aproximarse al patrimonio durante mis viajes en ocasiones peca de técnico (y en este punto recuerdo algunos debates interesantes con Benito sobre el afán viajero). La línea temática de esta entrada no es otra que el arte mudéjar, y, por eso, es conveniente empezar por el principio, valga la redundancia; esto es, por el término mudéjar, por lo puramente técnico.
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Techumbre mudéjar de la Catedral de Teruel
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EL TÉRMINO MUDÉJAR
El término “Mudéjar” proviene del árabe, con el significado de “aquel al que se le ha permitido quedarse”. En el propio vocablo se encuentra, por tanto, la pura esencia del mismo: mudéjar es la población musulmana que habita legalmente territorios reconquistados por los cristianos, con los que convive. El clima de tolerancia religiosa que se vivió en aquel contexto medieval hizo posible que, en un primer momento, la población vencida conservase su organización social, su religión y su lengua, a pesar de estar sometida a poder cristiano. Pero, ¡ojo!: el significado etimológico del término no debe confundirse con el artístico: el arte mudéjar no es arte realizado por mudéjares.
Desde el punto de vista artístico, el término mudéjar hace referencia a las construcciones cristianas (iglesias, catedrales…) en las que, fruto de esa convivencia permitida y ese pasado musulmán tan reciente, la tradición artística del Islam persiste en la España cristiana. Es decir, que iglesias cristianas se construyen y decoran con elementos artísticos hispanomusulmanes. Muy curioso, sin duda. ¿Es arte islámico? No. ¿Es arte cristiano? Tampoco. Es un fenómeno artístico peculiar y único.
Como anécdota para concluir el asunto terminológico, señalar que la palabra “mudéjar” en el ámbito académico se empezó a utilizar a mediados del siglo XIX, por lo que su uso es relativamente reciente.
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SINGULARIDAD Y VALOR DEL ARTE MUDÉJAR
El arte mudéjar es, por tanto, un arte exclusivo de España, propio de los siglos XIII y XIV, aunque se prolongó en el tiempo. En ningún otro lugar del planeta se dieron unas circunstancias de convivencia sociocultural entre dos civilizaciones tan diferentes como para que pudiese surgir algo así: una sociedad cristiana que continúa la tradición artística musulmana, aplicándola a sus edificios. Y en este punto, cualquier persona con un mínimo de sensibilidad histórica y artística debería concluir que no estamos hablando de un tema baladí, sino de algo sumamente valioso. Iglesias decoradas con elementos propios de mezquitas. Alucinante, ¿verdad? Veamos más al detalle en qué consiste esta combinación tan llamativa.
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Portada neomudéjar y cimborrio de la Catedral de Teruel
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BREVE DESCRIPCIÓN DEL ARTE MUDÉJAR
El arte mudéjar aplica a las construcciones cristianas diferentes aspectos de la tradición artística hispanomusulmana: materiales, técnicas, elementos estructurales, elementos decorativos…
¿Qué materiales? El ladrillo, el yeso, la cerámica… Materiales todos ellos de tipo perecedero, algo relacionado con uno de los postulados de la religión de Alá: sólo Dios permanece para la posteridad, no así los monumentos creados por el hombre.
¿Y qué técnicas? En contraposición al prototipo de trabajo artístico cristiano (la compleja cantería, por ejemplo) la tradición hispanomusulmana busca rapidez, eficacia, bajos costes, centrando sus esfuerzos en la ornamentación, el elemento más destacado a la vista. Decoración muy llamativa, vistosa, donde toda superficie se recubre y se reviste. Desde una perspectiva comparada, esto es algo verdaderamente novedoso, ya que en aquel momento, para el arte cristiano la decoración era algo secundario, no esencial.
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Torre de San Martín en Teruel
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Pero el arte mudéjar presenta particularidades en las diferentes regiones de España, fruto de la lógica singularidad del arte islámico en cada territorio, y consecuencia también del momento histórico en cuestión, ya que la reconquista fue un proceso prolongado en el tiempo, durante siglos. En Aragón, al palacio de la Aljafería de Zaragoza (siglo XI) tuvo gran influencia en el posterior arte mudéjar de la comunidad. Otro factor también resultó de gran importancia: el hecho de que Aragón fuese un territorio reconquistado de forma temprana. Esta circuntancia hizo que la tradición islámica en este territorio fuese muy arcaica, muy vinculada a la etapa cordobesa y taifal. De ahí que el mudéjar aragonés sea tan particular y esté tan poco influenciado por el arte islámico posterior al siglo XIII. ¿En qué aspecto observamos esto? En que en el arte mudéjar aragonés el ladrillo fue y siguió siendo protagonista, incluso desde el punto de vista ornamental. En el mudéjar aragonés hasta el ladrillo es ornamental, con él se crean incluso diferentes formas decorativas.
Como es obvio, en Teruel el mudéjar siguió los patrones del arte aragonés pero con la peculiaridad de utilizar en gran medida la cerámica. Y es que la actividad alfarera consta documentalmente en Teruel desde el siglo XII.
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Conjunto de San Pedro en Teruel
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MONUMENTOS EN TERUEL: del mudéjar medieval al neomudéjar
Al ser Teruel una localidad refundada (por el rey Alfonso II, en el siglo XII), no hubo una población mudéjar autóctona en la ciudad, sino que ésta sirvió como refugio a moros cautivos y redimidos. A finales del siglo XIII, la población musulmana estaba bastante repartida por los diferentes puntos de la ciudad. A esta etapa medieval se corresponden los monumentos de mayor valor y singularidad.
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Placa a los pies del famoso «Torico»
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La techumbre y la torre de la Catedral de Teruel
La iglesia de Santa María de Mediavilla, conocida en la actualidad como Catedral de Teruel, sufrió en el siglo XIII una sustancial reforma en estilo mudéjar, manteniendo la construcción románica previa. En este contexto, a pesar de que la fecha es muy discutida, se incorpora la impresionante techumbre mudéjar, joya y obra cumbre de este estilo. Según dicen los expertos, no debemos utilizar el término artesonado, pues esta cubierta no lo es verdaderamente.
La techumbre de la catedral fue, sin lugar a dudas, la mayor sorpresa de mi viaje a Teruel. 32 metros de longitud y casi 8 de ancho de madera decorada con personajes medievales, motivos vegetales y geométricos, etc., representando temas religiosos, temas profanos, alegorías, metáforas… Un maravilloso conjunto iconográfico, del que se puede recibir una explicación detallada si has pagado la entrada, porque ésta da derecho a visita guiada. Por falta de tiempo finalmente no pude asistir, y tan sólo disfruté de la techumbre desde abajo. Tengo claro que volveré para poder conocer más de cerca toda la simbología y todos los datos que nos ofrece este singular monumento mudéjar.
En el mismo contexto en el que tiene lugar la reforma de la iglesia románica de Santa María, esto es, en el siglo XIII, se incorporó la torre mudéjar, uno de los vestigios más antiguos de esta manifestación artística. De planta cuadrada, la torre cumplía funciones religiosas pero también defensivas. Durante mi visita la torre se encontraba tapada por andamios, así que difícilmente pude observar sus elementos más llamativos: los arcos de medio punto entrecruzados, la cerámica vidriada…
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Torre y techumbre mudéjar de la Catedral de Teruel
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La iglesia, torre y claustro de San Pedro de Teruel
Siguiendo los modelos de la torre de la Catedral y de la iglesia de Montalbán se construyó el conjunto de San Pedro, una parada obligada en Teruel. Uno de los mayores reclamos de este monumento es hoy el Mausoleo de los amantes, edificio de nueva construcción anexionado a la iglesia, donde se exhiben las tumbas del escultor Juan de Ávalos (siglo XX) que custodian las momias de Isabel y Diego, los amantes de Teruel, junto a un museo dedicado a esta temática. El conjunto mudéjar queda así acompañado por la tradición y la leyenda.
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Mausoleo de los amantes junto a la iglesia de San Pedro
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Del claustro mudéjar de San Pedro nada ha llegado a nuestros días, pues fue restaurado casi en su totalidad bajo directrices modernistas en el siglo XX. Misma fortuna corrió el interior de la iglesia, que hoy capta la atención de los visitantes por el llamativo exceso decorativo, pero que también responde a una reforma modernista. La torre, sin embargo, conserva su identidad mudéjar. En el exterior del conjunto sobresalen también los torreoncillos sobre el ábside.
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Torre y torreoncillos del ábside de la iglesia de San Pedro
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La torre de San Martín y la torre de El Salvador de Teruel
Si la torre de la Catedral y la torre de San Pedro siguieron patrones similares, por otro lado nos encontramos con las torres de San Martín y El Salvador, diferentes a las anteriores y muy semejantes entre ellas.
La torre de San Martín se construyó a comienzos del siglo XIV. Se trata de una torre-puerta, con un arco apuntado en su parte inferior que sirve de paso. La decoración en esta torre alcanza su máximo esplendor, gracias al ladrillo (por ejemplo, con arcos zigzag) pero sobre todo gracias a la cerámica vidriada (las estrellas de ocho puntas, por ejemplo, son realmente curiosas). En la cerámica se utilizan, además, nuevos colores, combinando el blanco con el verde. La iglesia de San Martín, sin embargo, no es mudéjar, sino que la original se sustituyó por una barroca.
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Torre de San Martín en Teruel
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Lo mismo ocurre con la torre de El Salvador, mudéjar del siglo XIV, cuya iglesia en la actualidad es también barroca. La torre siguió el modelo de la de San Martín, pero el hecho de que se construye unas décadas más tarde justifica su mayor desarrollo constructivo y decorativo.
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Torre de El Salvador en Teruel
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El cimborrio de la Catedral
A pesar de que a partir del siglo XVI (abandonamos ya la Edad Media) el mudéjar entra en recesión, se construye en la Catedral de Teruel su impresionante cimborrio. Desde el punto de vista tanto constructivo como artístico se trata de un elemento muy complejo, que ya juega con diferentes volúmenes y que pone de manifiesto que estamos en un momento histórico de nuevos aires constructivos y técnicas más elaboradas.
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Cimborrio desde el interior y vista del mismo en el exterior
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El neomudéjar
Y, como no podía ser de otro modo en un lugar de tanta tradición mudéjar, los movimientos artísticos historicistas del siglo XIX y XX, esos que pretender retornar a los estilos del pasado (por citar un ejemplo fuera de nuestra país, las Casas del Parlamento de Londres, neogóticas), dan su fruto en la ciudad de Teruel. Neomudéjar es la portada sur de la Catedral de Teruel , construida en el año 1909, o la famosa escalinata, conocida así, como Escalinata de Teruel, impresionante conjunto neomudéjar de los años 20.
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Fachada neomudéjar en la Catedral de Teruel
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¿Sigues pensando que Teruel no vale nada? ¡Yo grito bien alto que Teruel sí existe! Maravillosa ciudad a la que volveré, para poder disfrutar con más calma de todo este patrimonio y de su famosa leyenda.
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Diferentes alusiones a los amantes de Teruel a lo largo de las calles de la ciudad
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BIBLIOGRAFÍA:
BORRÁS GUALIS, G. M. (2008). El arte mudéjar en Teruel y su provincia. Zaragoza: Instituto de Estudios Turolenses.
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