Texto y fotografías: María Berini Pita da Veiga
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En el municipio palentino de Venta de Baños se encuentra la mejor muestra de arquitectura visigoda de España: la iglesia de San Juan Bautista, en la pequeña localidad de Baños de Cerrato. Tan sólo San Pedro de la Nave, en la provincia de Zamora, goza de un valor semejante en la historia del arte español. Son pocas las muestras de arte visigodo que ha llegado hasta nuestros días, y en la mayoría de casos se tratan de elementos aislados (coronas de orfebrería, monedas, pilastras decoradas, capiteles…), de ahí que sea necesario dedicarle una entrada específica a un monumento de esta envergadura.
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Interior de la iglesia visigoda de San Juan de Baños (siglo VI)
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No teníamos excusa para dejar de visitar esta joya del arte altomedieval, teniendo en cuenta que se encuentra a menos de 10 kilómetros de la capital de provincia, Palencia, donde estábamos instalados. No es necesario disponer de vehículo para visitarla, pues la línea ferroviaria que une la capital palentina con Valladolid, a tan sólo 10 minutos de su salida, tiene parada en Venta de Baños. Una vez en el municipio, es necesario andar unos 2 kilómetros hasta llegar a Baños de Cerrato, siendo el camino totalmente llano y con aceras durante todo su recorrido. De todas maneras, antes de visitar el templo, conviene consultar horarios y precios, ya que la visita no es libre ni gratuita.
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Camino a la iglesia: de Venta de Baños a Baños de Cerrato
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La iglesia de San Juan de Baños fue construida en el siglo VII por orden del rey visigodo Recesvinto (¡qué tiempos aquellos en la carrera de Derecho cuando estudiábamos el Fuero Juzgo!). Conocemos este dato gracias a una lápida encontrada en el interior, que no da lugar a dudas, y que incluso ofrece una fecha de fundación: el año 661 de nuestra era (699 en inscripción original).
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Vista general de San Juan de Baños
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Los conocidos como “pueblos bárbaros” sabemos que no destacaban por su faceta cultural y artística, y en estos menesteres fueron continuadores de los modelos romanos, hecho que suele verse de manera clara, por ejemplo, en los capiteles, adoptados y copiados por partes iguales. Habitual era también que reutilizasen materiales y elementos de construcciones romanas anteriores, y por eso otra característica de la arquitectura visigoda es la presencia de columnas más antiguas de mármol, que en ocasiones pueden incluso combinarse con columnas y capiteles de nueva factura. Eso mismo ocurre en la iglesia de San Juan de Baños.
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Columna y capitel en el interior de San Juan de Baños
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En la arquitectura prerrománica, teniendo en cuenta los siglos en los que se desarrolla, los edificios suelen ser bastante compactos y con pocos vanos, aunque estos suelen sorprender por su decoración. En el caso de la iglesia de San Juan de Baños, las ventanas presentan celosías muy vistosas.
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Vanos con celosía en San Juan de Baños
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Pero si un elemento es característico de la arquitectura visigoda, ése es el arco de herradura. En este templo en cuestión, el arco se encuentra presente en la fachada principal, dando lugar a la entrada, y también en el interior, donde las arcadas sirven para diferenciar las tres naves.
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Arcos de herradura en San Juan de Baños
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Por otro lado, a pesar de que la decoración no suele ser muy excesiva en este tipo de arquitectura, llaman bastante la atención los diferentes motivos ornamentales tanto en el interior como en el exterior del templo.
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Decoración exterior e interior en la iglesia
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En San Juan de Baños, como es obvio, el transcurso del tiempo ha dado lugar a modificaciones en su fisonomía. La iglesia que vemos en la actualidad ha sido reformada a lo largo de su historia: ejemplos de estos cambios son la introducción de una espadaña en la portada de acceso, y, en el interior del templo, el aspecto de la cabecera, que perdió sus ábsides originales. Las capillas laterales que podemos ver hoy en día, abovedadas con arcos apuntados, son de factura gótica. En una de ellas se exhibe una pila bautismal que no ha podido ser datada, aunque algunos señalan que podría ser de época visigoda; lo curioso de la misma es que se trata de una pila para rito por inmersión. Por otro lado, en el altar principal se ha colgado una réplica de la corona de Recesvinto (descubierta en el tesoro de Guarrazar) y también una copia de la lápida fundacional de la que hemos hablado antes; los originales de ambas piezas se encuentran en el Museo Arqueológio Nacional de Madrid.
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Réplica de la corona de Recesvinto en San Juan de Baños
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Para elaborar esta entrada he utilizado conocimientos previos y la siguiente fuente bibliográfica:
- DURÁN LÓPEZ, G. (2012). Iglesia visigoda de San Juan de Baños. Revista Atticus 18, pp. 46-55
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De nuevo tengo que hacer un agradecimiento, en este caso a Óscar, por conseguir que cada vez tenga más interés en la Alta Edad Media. Sin sus siempre interesantes comentarios no le prestaría tanta atención a esta etapa. ¡Gracias!
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